Por: Juan Alberto Casas
No se si es por juventud e inexperiencia o por simple ingenuidad – de esa que se padece cuando la permanencia en el hiperuranio adormece y genera alucinaciones que desorbitan a la existencia de la tierra de los vivos- pero en estos tiempos de salida de “la caverna” he tenido la oportunidad de constatar y palpar realidades que no creí tan cercanas y comunes y que me han llevado a concluir grandes lecciones prácticas para la vida:
1. La justicia es un bello concepto y nada más.
2. De humanidad habla todo el mundo, hasta los más inhumanos.
3. La jerarquía piramidal es LA ÚNICA forma posible de garantizar el orden social.
4. La democracia, los consensos y el comunismo en general (incluyendo el de inspiración bíblica) son sólo ideas bonitas para tener contenta y conforme a la masa de subordinados que, sin darse cuenta, se clavan, con sus opiniones, el cuchillo de la exclusión.
5. El jefe, superior, director, patrón, etc. siempre tiene la razón. SIEMPRE. Aquí se inaugura un nuevo tipo de lógica, mucho más convincente y certera que los complicados y articulados silogismos aristotélicos y razonamientos abstractos: la lógica “mandamás”; es capaz de refutar todo tipo de raciocinios y derechos. No acepta un No como conclusión. No necesita ser verificada. Trabaja por el principio de implicación simple: Si obedeces no te echo (hasta puedes ascender), si no obedeces, te echo. Es la forma lógica más admirable ya que no sólo tiene aplicación en el ámbito de la teoría sino que también en la vida diaria te permite tener gente siempre sonriendo a tu alrededor, buscando la forma de complacerte y de hacerte sentir el “Patrón”, el infalible e inerrante. No hay forma más eficaz para llegar a sentir lo que siente Dios.
6. Los derechos humanos y el respeto básico no son inalienables, son en realidad relativos; se relativizan ante documentos tan elementales como un memorando o una carta de despido.
7. El pliego de peticiones, la huelga, la protesta o la simple sinceridad son recursos inconvenientes para la supervivencia; el remedio más efectivo consiste en un mecanismo de defensa básico: la represión. Recibe impávido el insulto o reclamo de tu jefe, y, sin decirle nada (sólo, tal vez, “disculpe, no volverá a pasar”), vete a tu casa donde podrás desahogarte contigo mismo y con los tuyos. Se generará una cadena interminable de resentimientos pero no importa, tu trabajo estará a salvo.
8. La ingeniosidad no consiste en tener ideas nuevas y originales sino en compartir “borregamente” las ideas –así sean obsoletas e inconsistentes- de tu jefe.
9. Renuncia a tus ideales para alcanzar tus proyectos (100% efectivo); renuncia a tus proyectos para alcanzar tus ideales (aquí no hay garantía de efectividad).
10. “La verdad los hará libres” (el que lo dijo murió crucificado)
MAESTRO, ¿DÓNDE PERMANECES? 
JUANITO: TARDE EL COMENTARIO, PERO AQUÍ LE COMPARTO ALGUNAS REFLEXIONES IDÉNTICAS QUE ESCRIBÍ CUNDO ME TROPECÉ CON REALIDADES PARECIDAS:Axiomas de alguien que ha llegado a los 24Aparenta siempre. La base del éxito y del triunfo (a pesar de lo que digan los libros) jamás es ser uno mismo. Repítete siempre como en un espejo, pero nunca a imagen y/o semejanza tuya. Sé inalterablemente como las normas o tu jefe lo mandan.Desconfía de todo aquello que está a tu alrededor. Todo el mundo, por bueno que parezca, lleva cierto veneno en su sangre. No seas tú su oportunidad de probar cuán efectivo es.Aprovecha en tu propio beneficio las circunstancias, sean estas buenas o malas. No existe otra ley que tu interés. Recuerda que eres presa o predador, no hay puntos intermedios.Tus ideas tienen un excelente lugar: tu cabeza. No hallarías un mejor lugar para ellas. A no ser que quieras servir como pasto para los gusanos o los buitres.El mundo es una gran máquina de la cual tú eres un minúsculo engranaje. Y los engranajes son piezas completamente reemplazables.Corolario: por muy bueno o durable que sea un engranaje, jamás dejará de ser un engranaje.Aristóteles decía que el Todo vale más que las partes. Yo digo que la Institución vale más que el individuo.Las palabras como Amor, Lealtad, Honestidad, Originalidad… no son más que eso: palabras que se escriben con mayúscula, pero que no significan nada.Las personas son como los relámpagos: jamás se sabe cuándo alguno nos va a destruir.No andes por el mundo como si estuvieras buscando un tesoro, como buscando la Gran Idea. Corres el riesgo de caer en una fosa de la cual algún otro ya sacó el último tesoro.La Gratitud es una extraña flor que no crece en el jardín del corazón humano.¿Qué separa lo Bueno de lo Malo, lo Útil de lo Nocivo? Una sola palabra: Conveniencia.¿Cómo se atreven a llamarse “la Voluntad de Dios”? ¿Acaso ellos son Dios?Afortunadamente la mierda es uno de los mejores abonos… no me imagino la cosecha que saldrá de esto…No hagas nunca nada por ideal o por que te nace, hazlo porque otros te están viendo y juzgando. Lo que hagas con tu mano izquierda que lo sepa no sólo tu mano derecha, sino también todo aquel que te la roce.Cuando te veas con la mierda hasta el cuello, recuerda que aún tienes cabeza.Mantén siempre una sonrisa en tu rostro. Así serás más desconcertante cuando des la puñalada.No te llenes de sueños, ilusiones o expectativas ni mucho menos los cargues como un fardo a tus espaldas. Así cuando caigas (o te hagan caer) no habrá que llorar porque algo se ha roto.No te fíes de nadie. ¿lo harías de alguien que es igual que tú?¿Qué importan la satisfacción personal, la coherencia, el sentimiento del deber cumplido cuando no se recibe una condecoración, un premio, un galardón que nos demuestre cuán felices nos sentimos por haber hecho algo bien?Espera siempre lo peor de la vida. Es la única forma de evitar la sorpresa o la desilusión.De todos los sentimientos humanos, el único que no puede fingirse es el odio. Por eso no hay nadie más honesto que alguien que odia.Dice un libro: “quien acumula sabiduría, acumula dolores”. Yo creo que es todo lo contrario.Hay que ser como la Hidra de Lerna: cuando te corten una cabeza, espera pacientemente a que te nazcan otras dos. Así podrás destrozarlos más rápidamente.
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Para mi pesar encuentro ciertos todos estos comentarios. La vida diaria está llena de crueldad y uno siempre se encuentra en la disyuntiva entre los intereses o en los ajenos. Es por eso que la igualdad, la justicia, la solidaridad, etc nos parecen fantasía. ¿Por qué razón habría de pensar en el otro antes que en mí, si voy a salir perdiendo? Eso de la hermandad a la hora de tomar decisiones se nos olvida convenientemente. El mundo está plagado de egoísmo, y está en nuestras manos hacer la diferencia. Es una decisión diaria y responsable renunciar a algo a sabiendas de que, a la larga, no representa un beneficio tangible para mí. ¿Qué podemos decir como padres o como docentes? ¿Cuál es la huella que quedará de nuestro paso por el mundo? ¿Dé qué queremos hacernos responsables en nuestra sociedad? Eso es lo que confunde nuestro caminar con Jesucristo, tener la certeza de obrar bien, saber que estoy sembrando para lo que permanece, quizá para lo eterno. Esa es nuestra lucha: discernir la realidad y actuar teniendo la mirada en Dios.
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